Lo primero que leí de él: Batman, la broma
asesina. Cortesía de La Tercera.
De hecho es el único cómic que tengo de él en
formato real, los demás los tengo en formato PDF en mi notebook.
Luego leí Watchmen, y hace poco V for Vendetta,
claro que vi las películas respectivas antes como suelo hacerlo.
No obstante, con lo poco que he leído ya tengo
mis observaciones del estilo de guiones de Moore:
En la
Broma asesina he descubierto posibles guiños, o quizás solo
reflejo de las temáticas recurrente u obsesiones de More.
Y me refiero a esa parte en que el Guasón
(Joker) está tratando de volver loco al comisionado Gordon en su demencial
circo con torturas sicológicas.
Lo mismo realizaba “V”, con una máscara
distinta y, porque no, más parecida a la cara del guasón, con Lewis Protero en
“Vodevil” capítulo 4 de la novela gráfica.
Allí lo llevo a una sección de su “Galería de las
Sombras” donde recreaba el campo de concentración de Larkhill con el mismo
estilo de “Túnel del terror y payasadas
oscuras”. Solo que aquí si tuvo éxito en desequilibrar a su víctima.
A la salida de la casa de la risa, en un parque de diversiones avandonado, Batman rescata a Gordon quien a pesar de todo luchó por mantener la cordura |
V asume un papel de maestro de Ceremonias que podría ser la mezcla perfecta entre el Joker y Jigsaw, dada la tortura sicológica a la que sometió a Protero. |
Y hacia el final, cuando llega Batman y el
Guasón le expone su filosofía de “The life is a BIG JOKE” ¿Cómo evitar
acordarse del Comediante? Ese héroe/antihéroe de Watchmen que también había
perdido toda esperanza en el errático mundo de los seres humanos y que veía a
la vida como un gran chiste, como las piezas de damas chinas que mueven a su
antojo y con la peor intención las invencibles súper potencias. Él mismo, patán
y desconsiderado se autodefinía como parodia de la sociedad, y su frase cliché
por algo era “It´s a JOKE”.
¿Será que More solo aportó con un refrito de
sus mejores ideas para el guión de La
Broma asesina o simplemente no se podrá desligar de ciertas
obsesiones?
Sea como sea son buenos los cómics. Ahora
pienso descargar La Liga
de Caballeros Extraordinarios.
Sobre las películas, me encantó Wacthmen. Que realizaran
tantas escenas como fotocopias de las páginas de la novela gráfica me encantó.
Respecto al cambio de final, estimo a ambos, cada uno cumple en su formato y en
su contexto de realización.
(Dicho sea de paso, el Dr. Manhattan se ha
vuelto mi súper héroe favorito, seguido de Ozzimandias y este seguido por Rorschach,
luego paso de DC a Marvel con Ironman… en fin, otro día les doy mi raking
personal completo).
Sobre Batman, si bien no se ha adaptado este
argumento en particular si ha sido fuente de inspiración para Tim Burton en la
primera película Dark de Batman.
Y como dejar de mencionar al mítico Heath
Ledger, quien diseñó una inigualable interpretación del Guasón inspirándose en
parte en este cómic que se convertiría en su libro de cabecera.
Respecto a la adaptación para el cine de V for
Vendetta, esta tuvo varios cambios notables. Entiendo porqué Allan Moore quiso
que sacaran su nombre de sus créditos, casi desvirtuaron el mensaje original
(sacando toda la ideología anarquista de V para empezar) pero también reconozco
que supieron adaptarla al espíritu de los nuevos tiempos, y eso la hace cumplir
en el celuloide actual, agregando tramas como la de los virus, el
bioterrorismo, las farmacéuticas y la conspiración de estas y grupos de extrema
derecha para apoderarse del poder y de allí seguir por el camino que More nos
quiso mostrar en la novela gráfica, usando como punto de partida original esa
tercera guerra mundial que ya no tememos como antes.
Y la caracterización de John Hurt como el
Canciller Sutland (antes Susan) bien hecha por parte de Hurt, buen guiño a su
papel en 1984, tema que traté en un artículo anterior. Pero reducirlo a la
encarnación del mal, al estereotipo del dictador desalmado si se queda corto si
lo comparamos con el personaje que nos presenta el cómic original.
Un tipo cuya ideología y métodos están calcados
del nazismo, pero adaptado a los aires londinenses, y con un personaje también calcado de Hitler, sólo que
más feo, quizás para que su apariencia física recuerde un poco más a Musollini
y que nos quedemos con que es más facismo, como se autodefine este régimen, que
un nazismo a la inglesa.
Pero volviendo al tema, se sacrifica un
personaje bastante complejo en esta adaptación, un inepto social cada vez más
desconectado de la realidad (Hitler en su búnker) que tenía orgasmos con una
súper computadora (Hitler… ¿con una calculadora?).
Dicho sea de paso, esta maquina omnipresente llamada
“Destino” más allá del simbolismo de su nombre, me recuerda al SYNCO que
pudimos tener aquí.
Por su control total y centralizado de todas
las cámaras y al parecer todo lo que pasaba en la nación, lo que nos lleva al
Estado de bienestar propio del fascismo y no muy distinto de la estatización
que promovía el socialismo.
Allende en el Ops-Room de La Moneda posiblemente también
habría terminado manoseándose, Pues a
pesar de todo ese poder que le brotaba de tantas pantallas y botones que lo
rodeaban, ya vimos como uno puede sentirse en la soledad de ese digitalizado
subterráneo…
Lo reconozco, me gusta irme por
las ramas.
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