sábado, 25 de mayo de 2013

Las 10 películas del cine chileno que vale la pena ver

Fue en la comedia Que Pena tu vida que el director Nicolás López, a modo de autocrítica, se dio el lujo de que sus personajes (Ariel Levy e Ignacia Allamand)  mantuvieran un apacible diálogo donde surgió el tema del cine chileno y ambos concordaron en que este era una completa basura. Y el personaje de Allamand agregó que una de las cosas que más le desagradaba de las películas chilenas era que no se entendía nada de lo que dicen en ellas. Y como estaban en una discoteque, uno de los tantos ruidos de fondo subió su volumen, lo que demandó que Javier (Ariel Levy) le gritara ¡¿Qué?! y ella repitiera su opinión. En la siguiente película, otra vez con López como guionista y director, habría una pequeña crítica a la publicidad, y en la tercera, entra de lleno en la parodia de los chichés del cine chileno: con Ángela (la novia de Ariel Levy en la película) en su debut como actriz, protagonizando una película chilena, ambientada en los primeros años de la dictadura, con ella como una pobre y humilde ama de casa, y su marido frentista muerto a manos de los militares por "ir a comprar pan". Y mientras Ángela se lucía en pantalla, Javier se quedaba dormido.

Razones no le faltaban a Nicolás López, un director nacional que a punta de esfuerzo y creatividad ha sacado adelante algunas de las más divertidas y bizarras películas chilenas, en un contexto en que se está acostumbrado en que cine chileno sea sinónimo de "cine de arte". Y del menos comercial posible, donde sólo se muestra la miseria, la pobreza, con una especial obsesión por los años de la UP y la dictadura, y, como único posible gancho, la decadente vida sexual de unos poco agraciados actores. El otro tipo de películas chilenas son aquellas enfocadas en ésto último, vale decir "Sexo con amor" y "Grado 3". A fin de cuentas, películas no aptas para toda la familia.

Pero eso ha cambiado en la última década. Gracias a cineastas jóvenes con ganas de volver más comercial esta industria, el cine chileno ha sacado películas al más puro estilo hollygoodense, ideales para quienes (me incluyo) están acostumbrados al dinamismo y temáticas que nos llegan de afuera. Hagamos el ejercicio de imaginar que el cine chileno funciona con las reglas de Hollywood. Se sorprenderían de todo el material que encontrarían.
A modo de ranking personal, podemos nombrar:

1- Stephan Vs Kramer

Los números y la recepción la acompañan. La comedia del imitador Stephan Krammer terminó convirtiéndose en la película chilena más vista de todos los tiempos, desplazando a cualquier otra cinta vista en Chile. Al desplazar a Sexo con Amor y El Chacotero Sentimental, comprobó algo que venía intuyéndose desde hace tiempo: el cine chileno es comedia, no cine de arte. Es comedia lo que quiere ver el público.Vista por cerca de dos millones de espectadores, algo así como el 20% de los chilenos, su único contra es que se trata de un humor made in Chile, entendible sólo para quienes se manejan con la farándula local, lo que no evitó que Fox fuera la distribuidora. Y por lo mismo, la secuela que ya están planeando, incluirá parodias a personalidades más internacionales, enfocándose en personajes como Arjona y Maradona.


2- Que Pena tu...


No es una película en particular, sino una trilogía. Volviendo con Nicolás López, este hombre puede darse el lujo de decir que hizo la primera trilogía de películas chilenas. Primero se lanzó en el 2010 con "Que pena tu vida" donde su temática era "el amor en los tiempos del facebook". Tomando en cuenta que Chile es uno de los países con mayor penetración de Facebook en el mundo, no le fue difícil ahorrarse unos pesitos y hacer gran parte de la campaña publicitaria por las redes sociales. El remake yankee ya esta en marcha. Repitiendo la fórmula, lanzó una película al año: el 2011 la secuela, Que pena tu boda, y a fines de 2012 Que pena tu Familia. A la usanza de Christopher Nolan, trabajó con un elenco más o menos fijo para estas y otras citas. Como las mencionadas más a bajo en este mismo ranking.

3- Barrio Universitario


No sólo rescata el concepto de película yankee de universitarios, sino que lo adapta a la realidad nacional: un grupo de estudiantes del humilde "Instituto tecnológico Michael J. Fox" compiten en un concurso de robótica contra los archi-preparados estudiantes de la "Universidad Superior". El elenco del Club de la Comedia aprovecha de hacer su usual estilo de comedia, de situaciones cotidianas mezcladas con una buena sátira social, y de paso repiten un poco la fórmula de Krammer: desarrollar una fama previa en la tele, para luego dar el salto a la pantalla grande. Sin mencionar que ha sido, hasta ahora, la única cinta chilena que se ha atrevido a parodiar a otras películas chilenas. Con Luis Dubó repitiendo sus mismos diálogos en Machuca, más otras alusiones a las exitosas Que pena tu vida y No, entre otras. Sólo faltaba un poco de auto-parodia en la industria del cine nacional para hablar de un gran crecimiento de la misma.


4- Promedio Rojo


La comedia que en 2004 lanzó a la fama a Nicolás López como director, y el inicio de una larga colaboración con dos de sus actores fetiches: Ariel Levy y Nicolás Martínez. El mismísimo Quentin Tarantino la calificó como "la película más divertida del año". Ahora que finalizó la trilogía de "Que pena..." se alista a filmar la secuela: "Promedio Rojo 2: Mis peores amigos".

5- Chile Puede


La primera película de ciencia ficción chilena, y claro, comedia familiar. La tercera filmada por Boris Quercia (con él como guionista y actor) y la menos taquillera de las tres (cabe recordar que su primera película, Sexo con Amor, fue durante un buen tiempo la más taquillera del cine chileno, hasta que fue destronada por Kramer). Con buenos efectos especiales, y un guión muy bien elaborado, la película se apoya en situaciones jocosas, y un humor político que se ríe tanto de la situación geopolítica mundial, como de la mediocridad propia de la ideosincracia chilena, expresada en la dificultad de poner un hombre en el espacio. Si me lo preguntan, ideal para mostrársela a un extranjero y que se reía un rato con un producto nacional.

6- 31 minutos, la película


La obra maestra de Pedro Peirano y Álvaro Díaz llevada al cine. El fenómeno de 31 minutos duró sólo tres temporadas, pero exportó sus episodios a Brazil, México y al canal Nickelodeon, con un notable éxito. Lamentablemente no tuvo el mismo impacto la película. En Chile por lo menos la taquilla no fue beneficiosa, dado lo reducido del mercado infantil, "Fue un mal negocio, faltaban chilenos para ir a verla" llegaría a afirmar Rodrigo Salinas (sí, el mismo gordo de Barrio Universitario), quien pone la voz del personaje de Juanin. Así y todo, y gracias a su enorme inversión, tiene en lujo de decir que es no solamente la primera película chilena de títeres, sino que también la primera película en el mundo protagonizada exclusivamente por títeres. Por suerte, no sería la última vez que veremos a los títeres de 31 minutos. Dado el éxito de sus conciertos en el marco de su "Gira mundial", que pasó por Lollapalooza Santiago y el Festival de Viña 2013, alistan una nueva temporada, a siete años del último episodio.

7- Mirageman


La primera película de súper héroes chilena. Mirageman, un súper héroe nacional. No tiene ni los poderes de Súperman, ni la inteligencia o la tecnología de Batman o de Ironman. Marko Zaror encarna a Maco Gutiérrez. Un joven obsesionado con las artes marciales, y con la idea de vengar a su hermano, violado cuando chico, y de darle algo en que creer. Así, decide salir a las calles armado únicamente con sus ultra desarrolladas habilidades en artes marciales, y algunas navajas y bombas molotov escondidas en su ropa a la usanza de Robert De Niro en Taxi Driver.
Marko Zaror tiene el privilegio de decir que ha triunfado en Hollygood como el mejor doble de acción de Dwayne Johnson, y dentro de poco como el villano de Machete Kills. Mirageman fue la segunda ocasión en que trabajó con Ernesto Díaz, joven director nacional con la clara idea de hacer cine de acción en Chile. Más precisamente de artes marciales. Lo consiguió con Mirageman, anteriormente a ésta con Kiltro, y más adelante con Mandrill, las tres protagonizadas por su amigo y experto en artes marciales Marko Zaror. Y las tres con excelente critica tanto dentro como fuera de Chile. El influyente Harry Knowles llegaría a calificar a Mirageman como "probablemente una de mis películas favoritas de súper héroes de todos los tiempos". Ya está en marcha el remake norteamericano, protagonizado nuevamente por Marko Zaror.

8- Caleuche, el llamado del mar


Jorge Olguín es otro prometedor director chileno enfocada exclusivamente en un género. En este caso, el horror. Caleuche, estrenado el año pasado, es su último largometraje. Ambientado en Chiloé, y con una notable influencia del estilo de Lovecraft, cuenta libremente la leyenda del Caleuche, y tiene el privilegio de estar protagonizada por la brasileña Giselle Itié. Originalmente la protagonista iba a ser la reconocida actriz chilena Leonor Varela, pero ésta se negó a último minuto al estar fichada para las grabaciones de Dallas. Distribuida por Buena Vista International.

9- No 



No podía faltar. No fue la primera película chilena nominada a los Oscar. No ganó. No importa. Estar allí de por sí ya era un premio. Protagonizada por el mexicano Gael García Bernal, viene a ser la tercera parte de la trilogía informal de Pablo Larraín, la que Héctor Soto calificó como "la trilogía de la edad de las tinieblas" (Junto a Tony Manero y Post Mortem). García Bernal interpreta a René, publicista retornado del exilio, con la tarea de dirigir la franja televisiva del No, en las elecciones que pondrían fin al régimen de Pinochet. Con guión del inigualable Pedro Peirano (sí, otra vez uno de los creadores y voces de 31 minutos), "No" se constituye como una película que deja conforme a todo el mundo: los críticos alaban la agudeza de sus diálogos, la fidelidad con que retrata esa crucial etapa en la historia chilena; la comedia inherente a la propaganda divierte al público joven, y le saca suspiros de nostalgia a los más viejos. Y la presencia del famosísimo García Bernal internacionaliza bastante esta cinta. Ni hablar de su título, que da para juegos de palabras, y le ahorran a los doblajistas la tarea de traducirlo. Uno de los mejores trabajos producidos por el cine chileno.

10- Tráigame la cabeza de la mujer metralleta



Otra vez Ernesto Díaz, esta vez sin su actor fetiche, pero con la sensual Fernanda Urrejola (quien, por cierto, también esta fichada para la próxima película de Jorge Olguín) en un rol de que bebe del manga y del cine de Robert Rodríguez, la mercenaria Mujer Metralleta.
A diferencia de la cinta anterior, Díaz optó por un titulo más largo. La cinta recibió buenas críticas en su paso por distintos festivales de cine en el extranjero, y también en el de Valdivia. Ahora, el nuevo proyecto de Díaz es unir a Mandrill y a la Mujer Metralleta en una cinta que debería ver la luz el 2014.  


***

Otras películas también son dignas de verse, pero tienen el dudoso título de "chilenas". Entre ellas, "Santos", de Nicolás López, filmada en España, con un elenco mayoritariamente español. Luego "Solos" de Jorge Olguín, y "Aftershock" ambas habladas en inglés. Ésta última, también de Nicolás López, cuenta en su elenco con Eli Roth, y a sus viejos colaboradores Ariel Levy y Nicolás Martínez. Promete ser el inicio de la productora de López y lo que el llama "Chilewood".
No es exagerado decir que estamos ante un enano en hombros de un gigante. Hace diez años no podíamos decir que teníamos cintas de ciencia ficción (Chile Puede), cintas de Súper Héroes (Mirageman, Santos), cintas infantiles (31 minutos, Ogú y Mampato en Rapa Nui), cintas de acción (Mirageman, Kiltro, Mandrill), ni de horror (Ángel negro, Sangre Eterna, Solos, Caleuche, y la próxima Voces del bosque, todas del gran Jorge Olguín). 
A pesar de contar con un mercado chico, gracias a alianzas con productoras y apoyos internacionales, y claro, a punta de mucho esfuerzo y mucha creatividad, el cine chileno a crecido a pasos agigantados, venciendo los prejuicios del mismo público chileno. Sin lugar a dudas, Chilewood promete mucho más.


3 comentarios:

  1. Las únicas que salvan en No y Promedio rojo tal vez la de 31 minutos pero no la he visto aún, las demás son un verdadero asco, El cine de Nicolas Lopez es una basura, alguien sin talento que tiene suerte de ser hijo de un papá rico y relacionado al medio audiovisual.

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