jueves, 29 de diciembre de 2011

Chupilca del diablo



La Chupilca del diablo, según la tradición corresponde a una bebida que se les distribuía a los soldados chilenos durante la Guerra del Pacífico, preparada a partir de una mezcla de aguardiente y pólvora negra, a la que se le atribuían poderes mágicos que hacían al soldado entrar en un trance que aumentaba su agresividad alcanzando fuerzas sobre humanas.
No obstante, los expertos afirman que esto habría sido solo un mito, a pesar de que se ha comprobado que la descomposición del agua ardiente provoca hongos que inducen a propiedades alucinógenas, induciendo al organismo a liberar suficientes hormonas para incrementar la agresividad y la fuerza, de hecho los Berserkers nórdicos entraban en trance de la misma forma.

miércoles, 14 de diciembre de 2011

Descubriendo a Lovecraft




Mi primer contacto con la obra lovecraftiana fue ese guiño/referencia que incluyó Francisco Ortega en su exitosa 1899, con las Montañas de la Locura y Cthulhu. Como varias cosas de esa novela gráfica, tuve que googlear un poco para descubrir el origen de ciertas referencias que en su minuto encontré rebuscadas.
Primero Wikipedia, su biografía, sus libros, datos curiosos que me ayudaran a recordarlo. Mi mayor afición es la ciencia ficción, y la descripción de sus monstruos extraterrestres anteriores a la raza humana fue lo que más me interesó.
Luego puse simplemente Lovecraft en el buscador, y tuve la suerte de encontrar al final de la búsqueda un cuento narrado por el argentino Alberto Laiseca, “El Extraño”. Hasta el minuto el que más me ha gustado.
Ya conocido el currículum y obra de este atormentado norteamericano, tuve la suerte de encontrar en el quiosco de la esquina de mi colegio al trabajo de un dibujante nacional llamado Juan Vásquez: Lovecraft en Comic.
Tres comics a seiscientos pesos cada uno que fui leyendo y saboreando sus historias e imágenes. La Llamada del Cthulhu, parte 1 y 2, y luego Dagon.
Después en la FIC tuve la suerte de conocer a Juan Vásquez y comprarle una edición “Especial de Platino” que me firmó y continuaba con la adaptación de las delirantes y horrorosas pesadillas del caballero de Providence al formato visual. Más una notable novedad: Historias originales de los argumentistas, con el estilo de horror cósmico lovecraftiano adaptado a la realidad chilena. La primera era un ritual Selknam, la segunda era un cuento, un fanfic de alguien que supo reproducir bien el estilo narrativo de H.P. (No, no estoy hablando de Harry Potter).
En el mismo lugar conocí a más personas que me han ido guiando en este universo de horror cósmico en el que me voy sumergiendo paulatinamente.
El Doctor, por ejemplo (no revelaré el verdadero nombre de este amigo tras el cosplay), aprovechó de sugerir algo al señor Juan Vásquez en lo que muchos estarán de acuerdo: ¿Qué tal si hacen historias de Lovecraft adaptadas en Chile?
La edición Platino se le adelantó, pero definitivamente aún hay muchas posibilidades si nos vamos por esta senda.
“Chile… tierra de locos. Pero, ¿qué más se podría esperar de los habitantes del último bastión de civilización previo a las montañas de la locura? Un país ubicado ni más ni menos que frente a la ciudad perdida de R’lyeh!
No es para menos entonces que el delirio cósmico forme parte de nuestro diario vivir…”
(Citado del concurso de cuentos Kthulu Inc).
En el año de la narrativa gráfica chilena, en que los distintos comiqueros hicieron notar su presencia en eventos como la primera ComicCon y la FIC la tendencia a tratar la obra de Lovecraft, maestro del horror, es clara y comprensible.
Los trabajos de Vásquez, y de Villarroel (guión), Aiquel y Luco (dibujo) con El Modelo Pickman son buenos ejemplos de ello.

lunes, 5 de diciembre de 2011

Steampunk en Chile


El Steampunk es un subgénero de la ciencia ficción que debe su origen en parte a las novelas de H. G. Welles y Julio Verne, y que ha destacado popularmente por su estética. De hecho se  ha desarrollado esta moda retro-futurista-victoriana en distintos libros de ciencia ficción, más un puñado de películas dignas de mencionarse (Jim West, Jasper Morello), destacando particularmente las del género animé (El castillo andante, Last exile…).
En Chile, en el último tiempo, la literatura steampunk ha tenido su pequeño desarrollo, con libros como:

La Segunda Enciclopedia de Tlön

Del prematuramente fallecido Sergio Meier Frei, quillotano de ascendencia alemana y uno de los pocos expertos en ciencia ficción en Chile, hoy en día escritor de culto, al igual que esta novela.
Libro denso y complejo, donde el ambiente victoriano steampunk se cruza con la física quántica, universos paralelos, magia y esoterismo. Un enredado paradigma holográfico en el que es fácil perderse.
Tiene el mérito de ser la primera novela steampunk hecha en Chile.






1899: Cuando los tiempos chocan

Escrita en el marco del auge del género ucrónico (ficción histórica), 1899 relata un universo donde Chile es súperpotencia militar y tecnológica gracias al descubrimiento de un súper mineral radioactivo llamado Metahulla y de los trabajos del profesor Joseph Cavor, arrancado de las páginas de la novela de H. G. Welles, The First Men in the Moon. De hecho cabe destacar que esta novela gráfica está llena de referencias o guiños a otras obras de ficción decimonónicas además de históricas, pasando por Julio Verne a H. P. Lovecraft.

Esta es una novela gráfica ya más popular, que tuvo una buena acogida por parte del lector promedio manteniéndose durante un mes en el raking de los libros más vendidos.
A pesar de que ya no cuente con la misma editorial, su éxito fue suficiente para que sus creadores, Francisco Ortega y Nelson Daniel, estén trabajando en la secuela de lo que será la Trilogía de la Metahulla, ambientada unas décadas después, y esta vez con otro subgénero derivado del steampunk, el Dieselpunk.


La Sombra de Fuego: El último viaje del teniente Bello

De Alberto Rojas, al igual que 1899 una ucronía steampunk con la Guerra del Pacífico como tema de fondo. Para esta novela el autor recoge el mito del teniente Bello, mostrándonos su desconocido paradero: Un universo alternativo del año 1881, con tecnología más avanzada que ha influido negativamente para Chile en el desarrollo de la Guerra del Pacífico.
Así, en un universo steampunk ya más avanzado tecnológicamente, la llegada de la maquina voladora de Bello viene a acelerar aún más el progreso técnico y armamentístico.
Más adelante se revela que el desarrollo de maquinaria de guerra como las Tortugas (suerte de mega-tanques) también fue debido a la llegada de otro personaje del futuro (de un futuro alternativo, para ser exactos). Pero también dan a entender que este universo ya era distinto en su evolución política y científica antes de la llegada de estos viajeros.
Para una reseña más completa, y alabada por el mismo Alberto Rojas, haz click aquí