sábado, 3 de septiembre de 2011

Rise of the Planet of the Apes: ®Evolution

A Hollywood ya se le acabaron las ideas, eso todo el mundo lo sabe. Más o menos después del estreno de Matrix todo producto hecho para el celuloide no ha sido más que secuelas, precuelas, remakes… Y en una gran mayoría de los casos totalmente innecesarios. Cualquier otra cosa que asome como innovación termina reconociendo que le debe argumentalmente a otras historias anteriores (pensando en Avatar, Distrito 9…).
Respecto a este Remake del planeta de los simios, más precisamente remake de la cuarta entrega de la saga original, era natural esperar poco de otro film que ya resonaba como prescindible, en especial luego de la fallida versión de Tim Burton. Pero tal como ocurrió con X-men: First class, película que también tuve la ocasión de comentar aquí, el film terminó sorprendiendo.
¿Cómo parte todo? Con un joven y prominente científico (James Franco, el amigo de Peter Parquer en Spiderman, de hecho la idea original era que Toby McGuire hiciera este papel. Cabe mencionar que de Spiderman también se nos viene el Reboot más apresurado, y si me lo preguntan innecesario, que se ha hecho hasta ahora) que busca la cura para el Alzheimer, motivado no solo por su vocación científica, sino por su padre que padece precisamente esta enfermedad, interpretado por un simpático actor con la apariencia física perfecta de alguien que padece este mal.
Fue este personaje quien precisamente le daría el nombre de César al simio del que estoy a punto de hablar, inspirado por la obra que Shakespeare escribió sobre Julio César.
La cura para vencer al Alzheimer venía en forma de un vector viral, como varias terapias génicas reales, que regeneran las células cerebrales dañadas. La terapia funciona durante seis años, pero lamentablemente el cuerpo del viejo desarrolla inmunidad a dicho virus por lo que su hijo se ve en la necesidad de desarrollar un virus más potente capaz de hacer frente a los anticuerpos, y lo logra, el problema es que es letal para los seres humanos. Ah, y por supuesto, probó ambos prototipos del suero, el ALZ-112 y el ALZ-113 en chimpancés. Y como podíamos esperar, estos peludos seres se volvieron inteligentes, en especial el protagónico César.
Para dicho rol, Andy Serkis (Que también hizo de simio protagonista para King Kong, y también trabajo con todo un traje digital en El Señor de los Anillos) verdaderamente se lució. Nos da la humanización perfecta de un simio que terminaría siendo el líder revolucionario de toda su raza. La tecnología digital permitió captar de manera perfecta cada uno de los gestos y matices que constituyen a esta sublime interpretación, donde son gestos como miradas y silencios los que expresan todo lo que este súper dotado primate no puede expresar con palabras sino hasta después de mediados de la película.
Al igual que el César de los ’70, este se esfuerza por ser tan humanitario como sus enemigos, busca en lo posible no matar a sus “prisioneros de guerra” humanos, tentación en la que recién cae hacia el final de la película.
Por lo menos tres cuartas partes de la cinta se centran en la Evolución, precisamente de este personaje desde la simpática mascota súper dotada hasta el caudillo que hace honor a su nombre. La cuarta parte restante es la Revolución, la secuencia de acción que no podía faltar en este film.
Así, la actuación de este peludo protagonista y los efectos especiales cumplen con toda expectativa, a lo que podemos sumar la serie de simpáticos guiños a la primera película hecha de los simios con las que quien quiera que haya visto dicho clásico del cine puede reírse en la butaca de su asiento (por lo menos yo lo hice).
Los nombres de los protagonistas están sacados del equipo de producción del film de 1968, por ejemplo la madre de César es apodada “Ojos Brillantes”, nombre que también se le dio al personaje de Taylor en la primera película; En una escena nos muestran como en un televisor se realiza la primera expedición a Marte (Mismo destino de Icarus, la nave de Taylor) recordemos que técnicamente la película se basa once años en el futuro (la edad de César) luego en un periódico un encabezado simplemente notable: ¿Perdidos en el espacio?

Aunque Fox haya afirmado que esta película es una nueva versión de la historia y no tiene ninguna relación con la de 1968 (Del mítico Rod Serling) ni la de 2001 (Del no menos importante Tim Burton) Las señales que nos da es que perfectamente se podría rehacer toda la saga desde aquí, y porqué no, empezaron bien.
También vemos a Tom Felton, en su primer papel post Harry Potter, aunque parece que le será difícil desligarse de la imagen de tipo molestoso e insoportable, papel que realiza en su constante acoso a César en su “Cárcel”. Actitud desafiante que mantendría hasta el enfrentamiento final en el cual César al estar venciéndolo Felton pronuncia una frase inolvidable: “¡Quítame tus sucias patas de encima, maldito simio!” A nadie más le podía salir tan natural tanto desprecio en la voz (No hoy en día que Heston está muerto). A lo que César responde con una palabra que sella el momento del recuerdo y al mismo tiempo inicia una nueva era en la historia de la humanidad, de los simios y del mismo César. Y hablo del rotundo: ¡NO!
Palabra con la que deja algo bien claro: El no es un simio común. El ahora es el líder. Esa misma palabra no solo la usaría con los humanos, sino también para expresar contraórdenes a sus simios (La principal era no herir por venganza al enemigo). Y qué mejor palabra, pues denota voluntad, libre albedrío y determinación para expresarlo e imponerlo. Si los simios hablaran de manera natural en la realidad probablemente dirían “Sí” repetidamente, siguiendo cada orden de nosotros, pero con esta palabra se inicia oficialmente una revolución. Mismo hito que marcó el inicio de la rebelión como nos había anunciado Cornelius para El Planeta de los Simios 3, y que luego presenciaríamos con un mensaje un poco más “humanitario” en El Planeta de los Simios 4.
Para esta versión la huida de la Cárcel de estos simios se toma la libertad de mostrarse inspirada en la toma de la Bastilla para la revolución francesa, la primera de nuestra raza. Y haciendo más análisis históricos, podemos señalar que este líder consiguió el apoyo de los demás presos aliándose primero con el gorila más fortachón de todo el recinto, seguido del antiguo macho alfa del lugar (quien por cierto lo recibió con un poco de Bullying en sus primeros días). Y a medida que se llevaron a cabo los combates tenían que ser estos lo que se murieran, dejando el mando de todo el movimiento revolucionario en las ¿patas? De César. Como varias revoluciones esta parte liderada por un trío, como se dio con Trotsky-Lenin-Stalin, Washington-Jefferson-Franklin, Carrera-Rodríguez-O´higgins, y como olvidar los triunviratos de la antigua Roma, donde el integrante principal de uno de ellos fue precisamente un César. Dos de ellos caen gradualmente y al final solo uno se impone.
Pero volviendo a los guiños cinematográficos, hacia el final de la película comprendemos porqué tenía que estar basada en San Francisco. Un dato de cultura general es que dicha ciudad posee Policía Montada, así para la épica batalla del Golden Gate, César, que con ese nombre no podía ser mal estratega, se las arregla para apoderarse de los caballos de los humanos, de modo que luego lo vemos embestir a los policías de más adelante, montado poderoso y soberbio en su corcel (Qué recuerdos….).
Y sin olvidar otras actuaciones, vemos a David Hewlett, conocido por su papel del irritable astrofísico Rodney McKay en StarGate Atlantis, haciendo, para variar, de un vecino cascarrabias que no tolera a su excéntrico vecino (James Franco) a su senil padre, y por sobre todo, a su mascota César.
Lo terrible es que el termina contagiándose del virus en que serró su trabajo Will Rodman (el personaje de Franco), y para colmo vemos en una escena after credits que este tipo era un piloto comercial, y aún enfermo asistió al trabajo donde vemos que su primera parada de su extenso itinerario era ni más ni menos que la ciudad de la mítica escena parodiada en Los Simpsons y Dios sabe que otras series: Nueva York.
Y así comenzó la pandemia mundial.
Si la saga original partió con una inolvidable y potente primera parte con el rudo Charlton Heston y un final que termina dejando, junto con total anonadamiento, más preguntas que respuestas que constituyeron el paso para desarrollar una extensa saga con un una historia argumental compleja, sabrosa y entretenida para el espectador fan de la sci-fi, esta última re-versión viene a entregar un desenlace más aterrizado, y ad hoc con los tiempos actuales.
Una pandemia mundial es algo que ya tuvimos la oportunidad de temer para la gripe porcina, y otros casos ya conocidos, sin mencionar que dicho tema también ha sido tratado por otras docenas de películas. Pero este virus en particular, junto con ser letal para los humanos de paso es favorable para los simios, ya que los vuelve tan listos como al Gran César.
Si el padre de Will tardó seis años en desarrollar inmunidad a este agente patógeno, quizás también se puede esperar que los humanos lo hagan con esta pandemia, aunque les llevaría más tiempo tomando en cuenta que este virus fue diseñado precisamente para que no ocurriera eso, y para entonces ya quedarían pocos homo sapiens…
Barremos con humanos, y cuando el virus llegue hasta África iniciamos el repoblamiento con los simios. Bastante más convincente que la saga de los setenta, donde los simios evolucionaron de manera natural (salvo por su líder, el César original, que no era producto de la experimentación humana, sino de una paradoja tipo Terminator). Por el mero hecho de ser usados de manera masiva como esclavos por los humanos. Ya llevamos varios años domesticando simios, en zoológicos, circos, desde la época de Allan Quatermain alguien habrá tratado de volver a uno un mayordomo, pero aún así no hablan ¿no les parece raro?
La historia original incurría en reflexiones mucho más sociales y humanas, no solo del tipo amo-mascota, sino que la rebelión de los simios terminaba por ser otra revolución de esclavos, esclavos que también se apoderaron de las bombas atómicas y por suerte también de los refugios nucleares. Barremos del planeta a los humanos y repoblamos con simios, pero algo falta ¿verdad?
Para empezar parece que los simios salieron al poco tiempo de los refugios, y sino me equivoco, luego de una guerra nuclear a gran escala creo que el tiempo más adecuado para salir es, digamos… ¿por lo menos unas tres décadas?
Por eso esta película argumentalmente esta tan bien hecha. Nada más limpio y rápido que una pandemia mundial, y mucho mejor si favorece directamente a los mismos simios. Cabe mencionar las semejanzas entre este y el virus del SIDA. También partió entre San Francisco y Nueva Cork, y las malas lenguas afirmaban que también era producto de la experimentación humana. Grandes referencias al espíritu de los tiempos.
Pero los guiños no paran allí, en un momento del film podemos observar a César con una réplica de la Estatua de la Libertad, y en un televisor al gran Charlton Heston. De seguir vivo yo lo hubiera puesto como padre de Hill, que mejor cameo.
¿Cómo termina esta película? Con los simios amos y señores de una isla de cecoyas donde no molestaban a nadie. Isla desde donde seguramente iniciarían el repoblamiento de los Estados Unidos. Dentro de dos mil años los simios serían tan numerosos como los humanos, quienes deberán ser pocos para entonces. La batalla en el Golden Gate sería el año uno de la revolución y del calendario simio y la isla de cecoyas probablemente sería recordada como la Atlántida, el antiguo lugar de origen de su civilización, y César sería recordado como el Semos de Tim Burton… Esta todo dado para reiniciar la saga.

En resumidas cuentas, la película entretiene, el guión es fluido y bien estructurado, las actuaciones, efectos y secuencias de acción son buenas y los guiños no dejan de aportar.
Así, Hollywood ha dado en el clavo para esta era de decadencia argumental: Ya no es lo original de la historia, sino cómo la cuentes.


Si hay algo que me encantó de la campaña publicitaria de esta película fue el photoshop que hicieron con los simios detrás de cada monumento nacional del país en que se estrenaba. Las siguientes imagenes las tomé con mi celular en la Avant Premiere de la película, cortesía de mis amigos de Canal Freak. En la primera no se aprecia muy bien, pero es la plaza Baquedano, la segunda tiene a la torre Entel de fondo (Como no acordarse de la película Que Pena tu vida) Y la última es la más conocida y la que sale más arriba. Quien sabe, si se supone que los simios se apoderen de todo el mundo porqué no hacer una rebelión igual de épica en nuestro alejado país...
(O sino, sería otra ingeniosa forma de protestar por la educación, que todos lleguen disfrazados de changos al centro).










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