domingo, 29 de mayo de 2011

Esta cara del paraíso

Sinopsis


En la fecha estelar 3417.3, La Enterprise se dirige a Omicron Ceti III, un planeta donde se asentó una colonia agrícola hace ya tres años, con la cual no se ha tenido comunicación desde hace tiempo, y sumado a los constantes bombardeos de unos rayos cósmicos llamados Berthold una forma mortal de radiación que causa severos daños a los tejidos después de unas pocas semanas de exposición, la federación da a los colonos por muertos, por lo que la misión del Enterpirse es recoger los restos mortales de los colonos. Para su sorpresa, al llegar al planeta se topan con todos los miembros de la expedición en perfecta salud y los cultivos bien asentados.
No obstante, llama la atención lo poco que se ha cultivado en ese tiempo, que los miembros de la granja tienen una perfecta salud, al grado de que personas de las que se sabía les habían extirpado el apéndice nuevamente lo tienen, pero por sobre todo, está Leila Kalomi, (La mismísima Jill Ireland) una bella botánica que hace seis años tuvo un interés amoroso por Spock, que por razones obvias no llegó a ningún lado, pero que aún conserva.
Mientras Spock exploraba uno de los prados buscando pistas para encontrar una explicación científica para la situación, la dulce Leila se topa con él y logra convencerlo de seguirla a un lugar donde dice le mostrará cómo los colonos han logrado sobrevivir. Lo lleva a una zona donde hay unas extrañas plantas, le dice que ella fue quien las descubrió y también que fue una de las primeras afectadas por las esporas. Intrigado por estas esporas, Spock no alcanza a hacer ninguna pregunta pues repentinamente la planta le lanza una nube de partículas.
Las esporas someten a Spock a una radical metamorfosis que rehará por completo al personaje, un cambio tan drástico que le generó unos intensos momentos de dolor antes de poder levantarse, erguirse como un nuevo hombre y emitir unas pocas palabras a Leila que resumen toda su transformación: «Te amo»


Puedes ver la reseña completa siguiendo este enlace:

http://www.ciencia-ficcion.com/opinion/op01652.htm

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